REFORMA DE
JULIO CÉSAR
Ya se ha hecho mención de cómo los
pontífices no efectuaban la intercalación a su debido tiempo, sobre todo por
motivos políticos. Esta falta de regularidad motivó que no hubiera coincidencia
entre los meses y las estaciones. El otoño
cae en verano, se lee en una carta de Cicerón a Atico (X, 17). Y
Suetonio, Caes., 40: “Ni el tiempo de
la siega cae en verano, ni el de la vendimia en otoño”. Neque messium feriae aestate neque
vendemiarum autumno conpeterent.
Al entrar de nuevo en vigor la Lex
Domitia, abolida por Sila, fue César elegido Pontifex Maximus en el 63 a.C.
tras la muerte de Metelo Pío. Sin embargo la reforma no la emprendió hasta el
46 a.C., año de su tercer consulado y primero de M. Aemilius Lepidus. Lo que
indica que hasta entonces las intercalaciones continuaron sin un orden fijo
(71).
En la correspondencia de Cicerón
destacan dos cartas fechadas en el 703 de la fundación de Roma en las que
muestra una gran inquietud respecto a la intercalación: “No lo olvides, procura
por ti mismo y por medio de todos nuestros amigos, especialmente por Hortensio,
que mi año en este cargo dure según lo establecido sin que se decrete nada
nuevo. No sé si, además, pedirte que luches para que no se haga ninguna
intercalación. Pero no me atrevo a imponerte esta carga. De cualquier manera
insiste en lo del año” (72).
En la segunda: “Hagamos votos todos los
días para que no se prolongue el año” (73).
Quinto togam
puram liberalibus (17 marzo) cogitabam dare; mandavit enim pater. Ea sic
observabo quasi intercalatum non sit.
Cicerón,
Att. VI, 1, 12
“Pienso
entregar la toga blanca a Quinto en la fiesta de Liber (17 de marzo); pues así me lo encargó
su padre. Lo tendré en cuenta como si no hubiera mes intercalar.
Ambas son de la misma fecha. En ese año
Cicerón se encuentra de procónsul de Cilicia, y César lleva ya varios años de
pontífice.
Inició la reforma intercalando entre
noviembre y diciembre dos meses con un
total de 67 días –33 y 34 respectivamente-, a pesar de que en ese año se había
hecho ya una intercalación de 23 días en el mes de febrero. De esta manera el
“annus confusionis ultimus” fue de 443 días, según Macrobio; de 445, según
Censorino.
Para evitar que se repitieran los errores del pasado, suprimió
el mes intercalar, y al año civil de 355 días le sumó 10 ¼ días, adecuándolo
así al año solar. Esta adición quedó repartida entre los meses de 29 días de la
manera siguiente: enero, agosto, diciembre, tomaron dos días, abril, junio,
septiembre y noviembre, uno; a febrero lo dejó con igual número de días “para
que la religión no se indispusiera con los dioses infernales”.
Respecto al ¼ de día que faltaba ordenó
César que los sacerdotes intercalaran un día cada cuatro años en el mes y fecha
donde antes se intercalaba un mes: “ante quinque ultimos Februarii dies”. Y
Censorino: “Post Terminalia intercalaretur”. A este día se le dio el nombre de bisextus. Y desde este año
–desde el cuarto consulado de César- los años reciben el nombre de “julianos”
(74).
El bisiesto era considerado por los
romanos como nefasto, y la influencia, según algunos supersticiosos, se
extendía a todo el año. De ahí el “Non plantem hoc anno vineam qui bisextus
est”. Aug. Epist. 55, 13.
“Id bissextum
Caesar censuit nominandum”Macrobio, Sat.
1, 146
“ideo bissextus
dicitur quia bis VI kal. Martii habet Februarius” Dionisio Exyg. Pasch. 16
En el libro XXVI de Rerum Gestarum Libri XXXI, amiano
Marcelino nos cuenta cómo Valentiniano I
no se dejó ver en cierta ocasión “porque
era un día intercalar de febrero de un año bisiesto que él sabía que entre los
romanos era de mal augurio”.
Como nota curiosa podemos mencionar – como nos cuenta
macrobio en el capítulo IX- la estatua de Jano representando la medida del año:
aparece sosteniendo en la mano derecha el número 300; y en la izquierda, el 65.
Plinio nos describe también otra estatua del dios con el mismo número en la
derecha; pero en la izquierda, el 55. Probablemente una estatua será anterior
-y la otra posterior- a la reforma.
Volvamos a la reforma. ¿Quiénes fueron los encargados de hacer los estudios
astronómicos para llevar a cabo estos cambios? Según Macrobio, César contó con
la ayuda del escriba Marco Fulvio; Plutarco asigna esta tarea a los filósofos y
matemáticos contemporáneos de César; Plinio la atribuye a Sosígenes.
Ovidio también nos la describe en los versos 161-165 del
libro III de Fastos.
161 IIle moras solis, quibus in sua signa rediret,
162 traditur exactis disposuiise notis.
163 Is decies senos tercentum et quinque diebus
164 iunxit et e pleno tempora quarta die
165 hic anni modus est, in lustrum accedere
debet. Ovidio, Fastos III,160-165
Es tradición que él (César)
había establecido con datos exactos la tardanza del sol para regresar a sus
propios signos. A los trescientos cinco días sumó sesenta y la cuarta parte de
un día completo. Esta es la medida de un año, debe añadirse a un lustro.
Sabemos en qué meses fueron
insertados los días que equiparaban al año civil con el solar para que fuera
este el que rigiera. Pero no se ha dicho en qué lugar dentro de cada uno de los
meses. Veamos.
Como los ritos de las nonas
y los idus ya estaban fijados, no los quiso colocar antes de esas fechas ni
tampoco ponerlos inmediatamente detrás de los idus para no cambiar las fechas
de los días feriados. Entonces, una vez pasados estos, los distribuyó de la
siguiente manera:
Para Enero, los días 29 y 30 quartum et tertium kalendas
februarias.
Para Abril, el 29: tertium
Kalendas Maias
Para Junio, el 29: tertium
Kalendas Iulias
Para Sextilis (Agosto), el
29 y el 30:quartum et tertium kalendas septembres.
Para Septiembre, el 29:
tertium kalendas octobres
Para noviembre, el 29:
tertium kalendas Decembres
Para diciembre, el 29 y el
30: quartum et tertium Kalendas Ianuarias
Fue voluntad de César que
los días añadidos fuesen fastos, y estableció que ninguno fuese nefasto ni
comicial para no dar a los magistrados la ocasión de aumentar su ambición. Esta
reforma se hizo mediante un edicto.
“Pues, por eso, intercaló
los nuevos días hacia finales de cada mes, donde encontró el término de todas
las fiestas del mes y además anotó como fastos los días añadidos para dar mayor
libertad a los procesos judiciales; y de los días añadidos no sólo no señaló
ninguno como nefasto sino que ni siquiera como “comicial” para que la
intercalación no aumentara la ambición de los magistrados.
Nam ideo novos dies circa
finem cuiusque mensis inseruit, ubi finem ómnium quae in mense erant reperit
feriarum adiectosque a se dies fastos notavit, ut maiorem daret actionibus
libertatem,et non solum nullum nefastum sed nec comitialem quemquam de adiectis
diebus instituit, ne ambitionem magistratuum augeret adiectio.
Macrobio Saturnales,
I,14,12-13
La intercalación había que
hacerla al final de cada cuatro años y antes del inicio del quinto; pero los
sacerdotes cometieron el error de efectuarla cada tres años,ya que la
realizaban al comenzar el cuarto año (75).
Este fallo en la
intercalación ocasionó que se sumaran doce días, en lugar de nueve a lo largo
de los treinta y seis años que duró el error. Plinio y Macrobio nos dicen que,
una vez descubierto éste, Augusto ordenó que no se hiciera la intercalación
durante doce años para borrar la diferencia de tres días que había y,
transcurrido este periodo, se volviera a
efectuar la intercalación de acuerdo con lo establecido por Julio César. Según
Amiano Marcelino, en la obra mencionada, Octavio Augusto quitó a los pontífices
la facultad de hacer la intercalación, y ordenó que este calendario se gravara
en bronce para conservarlo a perpetuidad.
Tras la reforma, quintilis y, más tarde, sextilis cambiaron
sus nombres por Iulius y Augustus respectivamente.
Non quintilis veni in Puteolanum.
Postridie iens ad Brutum in Nesidem
haec scripsi. Sed eo die quo veneram cenanti Eros tuas litteras.
Itanc? “Nonis Iulis”? Di hercule
istis!...Sed stomachari totum diem licet. Quicquamne turpius quam Bruto
“Iuliis”? Nihil Vidi. Redeo ad meum igitur “ΕΤEΩΜEN”. Att. XVI, 1,1.
“El siete de Quintilis llegué a Puteoli. Al día siguiente,
yendo al encuentro de Bruto en Néside, te escribía esto. Pues bien, el día que
llegué, cuando estaba cenando, Eros me entregó tu carta. ¿Es posible?”¿El siete
de Julio”?¡Por Hércules que los dioses a esos... es para estar enojado todo el
día.¿Hay algo más vergonzoso para Bruto que “Nonas de Julio”?No he visto nada
así, pues, vuelvo a mi “larguémonos”.
ITA UT HERI TIBI NARRAVI
VEL FORTASSE HODIE (QUINTUS ENIM ALTERO DIE SE AIEBAT) IN NESIDA VIII
ID. IBI BRUTUS QUAM ILLE DOLUIT DE “NONIS IULIIS”. MIRIFICE EST CONTURBATUS. ITAQUE
SESE SCRIPTURUM AIEBAT UT VENATIONEM EAM QUAM POSTRIDIE LUDOS APOLLINARIS
FUTURA EST PROSCRIBERENT IN IDUS QUINTILIS.
Att. XVI. 4
Como te conté, ayer o quizás
hoy (pues Quinto dice al otro día)a Néside el ocho. Allí, Bruto ¡Cómo le dolió
lo de “Nonas de Julio”! Está enormemente afectado. Así, pues, dice que va a
escribir para que el “espectáculo de la caza” que se iba a celebrar al día
siguiente de los Juegos apolinares se anuncien por de medio de carteles para
los Idus Quintilis (actual 15 julio).
Leamos lo que nos dicen al
respecto las fuentes: Suetonio menciona entre los honores conferidos a César
-”que rebasan la condición humana”- el de dar su nombre a un mes del año;y, hablando
del reajuste del calendario llevado a cabo por Augusto, nos comunica que éste
dio su nombre al mes sextilis porque obtuvo su primer consulado y su más
brillante victoria en este mes (76). Plutarco nos da, sin más, la noticia de
estos cambios.
Nos proporciona, por ejemplo, más datos Censorino al señalar
que, en el segundo año juliano, el nombre de quintilis se cambió por el de
Iulius, siendo el quinto consulado de Cayo César y el primero de Marco Antonio
(Lex Antonia de mense Quintili, del 44 a.C.); y el de sextilis, por augustus
mediante un senadoconsulto en el consulado de Marcio Censorino y Cayo Asinio
Galo, en el año XX de la era de Augusto(77). E igualmente Macrobio, que abunda
en detalles, al especificar que fue el hijo de Marco Antonio el que presentó la
ley para que quintilis se denominara Iulius, por ser el mes en que nació Julio
César, concretamente el día doce. Respecto al mes de agosto nos ha conservado
el texto del senadoconsulto que es como sigue:
CUM IMPERATOR C AESAR
AUGUSTUS MENSE SEXTILI ET PRIMUM CONSULATUM INIERIT ET TRIUMPHOS TRES IN URBEM
INTULERIT ET EX IANICULO LEGIONES DEDUCTAE SECUTAEQUE SINT EIUS AUSPICIA AC
FIDEM SED ET AEGYPTUS HOC MENSE IN POTESTATEM POPULI ROMANI REDACTA SIT
FINISQUE HOC MENSE BELLIS CIVILIBUS IMPOSITUS SIT ATQUE OB HAS CAUSAS HIC
MENSIS HUIC IMPERIO FELICISSIMUS SIT AC FUERIT PLACERE SENATUI UT HIC MENSIS
AUGUSTUS APPELLETUR (78).
Celebróse un plebiscito con
la misma finalidad a instancias de Sexto Pacuvio, tribuno de la plebe. Fueron
varios los emperadores que cambiaron la denominación de algunos meses, pero la
misma duró el tiempo de su mandato. Vayamos a Suetonio:
De vita duodecim Caesarum
Tib.,26 “ Se opuso a que los
meses de septiembre y octubre se llamaran Tiberio y Livio”. (Livio en honor a
Livia).
Calig.,15: “por otra parte
acordó que, en memoria de su padre, el mes de septiembre llevara el nombre de
Germánico”.
Nero, 55: “Sentía un afán
desmedido de perpetuar su nombre... por este motivo llamó neroniano al mes de
abril”.
Domitianus, 13: “Tras adoptar
el sobrenombre de Germánico, cambió de nombre a los meses de septiembre y
octubre por los suyos “Germánico y Domiciano”, porque en el primero se había
hecho cargo del poder; en el segundo, había nacido. GERMANICI COGNOMINE ASSUMPTO,
SEPTEMBREM MENSEM ET OCTOBREM EX APPELATIONIBUS SUIS GERMANICUM DOMITIANUM QUE
TRANSNOMINAVIT, QUOD ALTERO SUSCEPISSET IMPERIUM, ALTERO NATUS ESSET.
Por su parte, Tácito en Annalium Liber XVI,
12 nos da una información más detallada respecto a Nerón: “ A los meses que
seguían a abril, llamado también “neroniano”, les cambió el nombre: mayo, por
el de Claudio; junio, por el de “Germánico”. Recordemos que el nombre de este
emperador tras la adopción era: Nero Claudius Drusus Germanicus Caesar).
En Macrobio, De saturnalibus I, 12, parece que
Germánico y Domiciano no corresponden a la misma persona: “El mes de septiembre
al que Domiciano había dado el nombre de Germánico, mientras que dio el suyo
propio a octubre, mantuvo su primitiva denominación”. MENSIS SEPTEMBER PRINCIPALEM
SUI RETINET APPELLATIONEM: QUEM GERMANICI APPELLATIONE OCTOBREM VERO SUO NOMINE
DOMITIANUS INVASERAT.
Julio Capitolino, Antoninus Pius, X “El
senado promulgó un decreto en virtud del cual los meses de septiembre y octubre
se llamaran Antoniano y Faustiniano, pero Antonino lo rechazó”.
Elius Lampride, Cómodo Antonino, nos dice que este
emperador cambió los nombres de: agosto, por Cómodo;septiembre, por el de
Hércules; octubre por el de Invicto; noviembre, por el de Exuperatorio;
diciembre, por el de Amazonio.
Vopisco, Tacitus XIII: “Este mismo (Tácito) ordenó
que septiembre se llamara Tácito”.
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