Februarius
Varrón piensa que, aunque algunos creen
que se llama así por los dioses infernales, procede más bien de “dies
Februatus” porque entonces el pueblo es purificado en el días expiatorio en el
que los lupercos, desnudos, recorren la antigua ciudad del Palatino rodeado por
la muchedumbre del pueblo (61).
Ovidio habla tanto de la ceremonia
expiatoria como de instrumentos litúrgicos empleados en los sacrificios. Todos
ellos reciben el nombre de “Februa”: entre nuestros antepasados la palabra
februa significaba ceremonia expiatoria; la ¿lana? Que los pontífices reciben
del rey de los sacrificios y del flamen; la harían tostada con sal; la rama
cortada de un “árbol puro” que ciñe las sienes de los sacerdotes; incluso a la
esposa del Flamen Dialis que pedía “februa” se le dio, según atestigua el poeta
con su presencia, una rama de pino. (Fastos, II, 21 y ss.)
Februa romani dixere piamina patres
nunc quoque dant verbo plurima signa fidem pontifex a rege petunt et flamine
lanas quis veteri lingua februa nomen erat quaque capit lictor domibus
purgamina certis torrida cum mica farra vocantur idem;nomen idem ramo qui
caesus aba arbore pura casta sacerdotum tempora fronde tegit ipse ego
flaminicam poscentem februa vidi februa poscenti pinea virga data erat.
Februa llamaron los antepasados romanos
a las ceremonias expiatorias. Actualmente también muchísimas pruebas atestiguan
el significado de esta palabra. Los pontífices piden al Rex y al flamen las
lanas cuyo nombre en la lengua antigua era Februa. Cuantas ceremonias
purificatorias realiza el lictor para casas específicas, el trigo tostado con
granos de sal, se llama igual (februa). Idéntico nombre tiene la rama que
cortada de un árbol puro cubre con sus hojas las castas sienes de los sacerdotes. Yo mismo en persona he
visto a “la Flamínica “(esposa del flamen Dialis) pedir los “februa”;
al pedir los
“februa”se le dio una rama de pino.
Por último explica que el nombre del
mes de febrero es, o por las ceremonias de purificación y expiación, o por las
fúnebres; “Por éstas (februa)se llama así el mes porque los lupercos rocían de
agua lustral todos los lugares con sus tiras de piel y a esto lo consideran
como una expiación, o porque, aplacadas las almas de los muertos, hay una época
purificadora (62).
Censorino coincide con Ovidio en cuanto
a expiación y purificación: “Febrero proviene de “februum” y februum es todo lo
que sirve para expiar y purificar, Op. Cit. XXII.
Y San Agustín: “Las Terminalia se
celebran en el mes de febrero, que tiene una fiesta solemne expiatoria llamada
Februum de donde toma nombre el mes de febrero (63).
Para Plutarco, febrero viene a ser como
expiatorio.
“¿Por qué
los lupercos sacrifican un perro? Los lupercos son los que
corren desnudos en los “Lupercalia” con un taparrabos y van golpeando con una
correa a los que encuentran a su paso, ¿Acaso porque estos hechos son un rito
de purificación de la ciudad? Llaman, en efecto, a este mes “febrero” y,
ciertamente, al día este “februata” y a la acción de pegar con una especie de
correa de cuero la llaman FEBRARIN, palabra que significa “purificar”.
Plutarco, Cuestiones romanas, 68
Macrobio: “El segundo mes lo dedicó
Numa a Februo que es considerado dios de las purificaciones. La ciudad tenía
que ser necesariamente purificada durante este mes en el que se instituyeron
los sacrificios en honor de los dioses Manes. Donde vemos que la purificación
está relacionada con los sacrificios a los Manes (64).
Al leer al santo de Sevilla, da la
impresión de que hubiera existido una falsa etimologías de este mes cuando
afirma: “Febrero es así denominado por el nombre de Februus –Plutón- a quien se
le ofrecían sacrificios en este mes. Y es que los romanos dedicaron ... febrero
a los dioses Manes. Quiere ello decir que februarios deriva de Februus,
-Plutón- y no de “fiebre”, es decir de “enfermedad”.
Februarius nuncupatur a Februo, id
est Plutone, cui eo mense sacrificabatur. Nam Ianuarium diis superis;
Februarium diis Manibus Romani consecraverunt. Ergo Februarius a Februo, id est
aegritudine nominatus.
Isidoro V, 33, 4
Averigüemos, ahora, qué lugar ocuparon
en la serie de los meses.
Varrón, al hablar de las fiestas de las
Terminalia, sitúa a febrero como el último mes del año; pero no menciona el mes
de enero. ¿Se pone éste en el primero o en el undécimo lugar? (66)
Ovidio cita el mes de enero, abriendo
el año; a febrero, cerrándolo: “Sin embargo, para que no te equivoques el desconocer
el orden de los meses en la antigüedad te diré que el primero es, ahora, lo
mismo que antes, el mes de Jano; el que sigue
a Jano fue el último del año (calendario) antiguo. Tú, también, Término,
eras el final de la ceremonias sagradas. El primer mes era el de Jano porque la
puerta es lo primero; el que está consagrado a los manes de las profundidades
es el último. Más tarde este largo intervalo que los separaba fue suprimido,
según parece, por los decenviros” (67).
Plutarco opina que Numa encabezó el año
con el mes de enero, en vez de marzo, para resaltar más la parte administrativa
o civil que la militar.
De los dos nuevos meses, nos dice
Macrobio, llamó al primero Ianuarius y quiso que fuese el primer mes del año.
El segundo lo dedicó al dios Februo (68).
Cuando el citado autor nos dice que
Numa dedicó el segundo mes a Februo, ¿puede interpretarse que igualmente era
ese el lugar que ocupaba en el orden definitivo? Porque más adelante afirma que
todas las intercalaciones son atribuidas al mes de febrero ya que era el último
mes del año (69).
Cicerón, De legibus, II,21:
“Nuestros antepasados quisieron ofrecer sacrificios a los muertos durante el
mes de febrero que es el último del año, aunque Décimo Bruto solía hacerlo en
diciembre, según Sisena. Pero, creo, como los antepasados, que febrero era el
último mes del año y , así , iba detrás de diciembre”.
Venio nunc ad Manium iura quae maiores nostri et
sapientissime instituerunt et religiosissime coluerunt. Februario autem mense
qui tunc extremus anni mensis erat mortuis parentari voluerunt: quo tamen
D.(Decio) Brutus, ut scriptum a Sisenna
est, decembri facere solebat...Brutum autem maiorum institutum temere
neglexisse non fit mihi verisimile, sed mensem, credo, extremum anni, ut
veteres, Februarium, sic hic decembrem sequebatur.
Cic.
De legibus, 11, 21
¿Cuándo empezó enero a ser el primer mes del año?
En las Periochae, aparece el
siguiente dato: “Los cónsules en el año 598 de la fundación de roma comenzaron
a tomar posesión de las magistraturas (en las calendas de enero)".
De acuerdo con esa cita, se puede decir
que enero comenzó a encabezar el año en el 598 de la fundación de Roma (70).
En los manuales suele aparecer como
fecha equivalente el 153 a.C. Pero
debería ser el 155 o 156 a.C según se acepte el año de la fundación de Roma el
753 o 754 a. C
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