Los puntos de referencia para la cronología de los años
eran:
a) El de la fundación de Roma, 754 a.C. (A.U.C. Ab Urbe
Condita)
b) El de la expulsión de los reyes, 509 a. C. (P.E.R.=
Post Exactos Reges)
c) El de los epónimos de los cónsules (Consulibus...)
Para la de los meses -sus nombres y número de días ya
lo hemos visto- tenían tres fechas claves dentro de cada mes:
Kalendae, Nonae, Idus.
Las Kalendae se correspondían con el día primero de
cada mes; las Nonae y los Idus, con el 5 y el 13 de todos los meses,
a excepción de marzo, mayo, julio (quintilis) y octubre en los que
las Nonae pasaban al 7; y los idus, al 15.
En todos los manuales que hojeemos se nos dirá que los
romanos para datar los días del mes tenían en cuenta:
a) Las tres fechas claves.
b) El día anterior y posterior a las mismas.
- Los restantes días no incluidos en los apartados anteriores.
Vamos a ver la explicación más detalladamente:
a) Si se trata del día correspondiente a cualquiera de
las tres fechas claves se ponen éstas en ablativo acompañadas del
nombre del mes adjetivado también en ablativo o genitivo, aunque
generalmente aparecen las abreviaturas K. o Kal. Para las kalendae;
Non.;para las Nonas; Id., para los Idus. Así, en cualquier carta de
Cicerón aparecerá “Scr. Romae K. Ian. (Id. Febr.)”= Scripta
Romae Kalendis Ianuariis (Idibus Februariis).
b) si se trata del día anterior o posterior a las
fechas claves, se utilizan los adverbios PRIDIE (o POSTRIDIE) seguido
del nombre de la fecha en acusativo: Suetonio, Calig. 90.”Caesar
natus est pridie Kal. Sept. “En Cicerón , Pro Sulla, 52, en
vez de postridie, aparece “posterum diem nonarum novembrium”.
- En los demás días del mes hay que fijarse en fecha clave, ambos inclusive. El número resultante se pone en ablativo del numeral ordinal acompañado del ablativo die, a continuación la preposición de acusativo ANTE seguido del nombre de la fecha clave en acusativo y el nombre del mes también en acusativo o genitivo: “Die VII ante Idus octobres (u octobris)”, es el 9 de octubre. Pero más tarde la preposición ANTE pasó a encabezar la expresión de la fecha dando lugar a que todos los demás nombres se pusieran en acusativo. De esta forma el 9 de octubre sería “ante diem VII Idus Octobres”.
Es corriente la supresión de la preposición “ante”.
Así, Suetonio nos da la fecha de la muerte de Tiberio: 16 de marzo
(“Obiit XVII Kal. Ap. “). Eso es lo que se suele estudiar,
¿pero…fechaban así realmente? Hagamos algunas consideraciones.
Para Macrobio “die pristino”, “priore” y
“pridie” significan lo mismo, es decir, “día anterior”.
También para San Isidoro. En César y en Suetonio aparecen pristini
diei y pristinae noctis (día anterior y noche anterior). (79)
Se sabe que “prior,-ius” es ”que va delante,
primero de dos, precedente, etc.” Partiendo de aquí, si observamos
atentamente, veremos que los romanos empleaban el mismo sistema para
los apartados b) y c) ya mencionados. En el c) se nos dice que para
fecharlos se cuentan los días que median entre el día que vamos a
datar y el día de la fecha clave, ambos inclusive. Por ejemplo, para
los días 5,13 o 30 de octubre los romanos escribían “el día
tercero”= a.d. III (Non. Oct.; Id. Oct.; Kal. Nov.). En cambio,
para los días 6,14 y 31 del mismo mes, aunque, por lógica, al
faltar un día menos, esperamos “segundo”=a.d. II (Non. Oct.Id.
Oct.;KAl. Nov.)
Satiricón XXX “III et pridie Kalendas
Ianuarias C. noster foras cenat”
¿A qué es debido esto? Bajo mi punto de vista, lo que
ocurre es que, para contar los días de los meses, en la serie de los
ordinales se pasa, sin que sepa el motivo, -¿superstición tal
vez?-, de tertium a pridie omitiendo el ordinal secundum. Y en el
cómputo, al haberse silenciado este ordinal, la serie de números
ordinales sucesivos ha ido corriendo un lugar; el que sería segundo,
recibe el nombre de tercero; el tercero, el de cuarto; y así, hasta
llegar al nombre del último que es el décimo nono.
La deducción, según esto, es que “nosotros”-para
que nos salgan “las cuentas”- al no haber observado el salto de
tertium a pridie, sí tenemos que contar ambos inclusive, pero los
romanos no lo hacían.
No obstante, en Cicerón, de sus ¿novecientas treinta
y una cartas?, hay tres dirigidas a Ático, con la fecha ante diem II
kal.; pero siempre va ésta acompañada de la correspondiente nota en
la que aparecen como lecturas de otros códices a.d. V k. Y pridie
Kal. En lugar de a.d. II kal. (80).
Pasemos, ahora, a intentar averiguar cómo se fechaba
el mes intercalar. De nuevo hay que acudir a las cartas de Cicerón:
“...a.d. V k. Intercalares priores”; y en otra, “a.d. Quintum
Terminalia”. Ambas son del 708 y 704 a.u.c. Respectivamente. La
primera es de un mes intercalar cuyo cómputo sería el 20 de
febrero. La segunda carta sería del 19 de febrero. En esta última
cabe destacar que el punto de referencia no son las calendas de
marzo, como es habitual, sino las Terminalia (81).
En relación con el párrafo anterior, cabe preguntar
si, ya que las calendas se especifican con intercalares, habría que
utilizar también la misma expresión para las nonas y los idus. Cabe
suponer que sí. Puede que haya otras cartas fechadas en un mes
intercalar, pero no he encontrado ninguna.
Macrobio, después de dar la fecha precisa en la que se
realizaba la intercalación, añade que los cinco días que quedaban
del mes de febrero se colocaban tras ella. Puede hacerse una nueva
pregunta relacionada con estos cinco días: ¿Habría que poner tal
vez a.d. VI, V, etc., Kal. Mart. Post intercalationem o post mensem
intercalarem?
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