Maius
El
tercero, "mayo", por sus mayores, nos dice Varrón (34).
Ovidio al comienzo del libro V de los Fastos, afirma no saber con
exactitud el porqué del nombre del mes de mayo:
"¿Me preguntáis de dónde, creo, procede el nombre dado al mes de
mayo? La respuesta no la sé con bastante claridad" (35).
En versos posteriores, no obstante,
menciona Maiestas y maiores como etimologías de mayo:
"…hasta que Honos y la bella Reverencia de apacible rostro se han
unido en legítimo matrimonio; de esta unión procede Mayestas; a éstos los
reconoció la diosa como autores de sus días" (36).
En este mismo libro, y después de hablar de las funciones específicas
de los ancianos y del prestigio que gozaban entre los jóvenes, nos cita la
segunda etimología:
"…Rómulo observó esto, y a estos hombres
elegidos los llamó Padres; a ello quedaron sometidas las leyes de la nueva
ciudad. De ahí que, en mi opinión, los mayores, en honor a su edad, hayan dado
su nombre a mayo. Incluso Numítor podría haber dicho: "Dedica, Rómulo,
este mes a los "ancianos"; y el nieto no pudo decir que no a su
abuelo" (37).
De nuevo lo relaciona con ¿Maistas-Maia?, madre de Mercurio:
"Pero tú diste a este mes el nombre de tu madre, inventor de la curva
lira, patrón de los ladrones" (38).
Y vuelve a mencionar otra vez la palabra maiores:
"Era el mes de
mayo, así llamado por el nombre de los mayores, el que en la actualidad
mantiene también una parte del antiguo rito" (39).
Respecto al nombre de Maya encontramos en P. Grimal (40):
“Desde tiempos muy
remotos existía en Roma una diosa Maya que, por lo menos en su origen, no tiene
en absoluto relación alguna con la Maya griega. A veces aparece como paredro de
Vulcano, dios del fuego. Le estaba particularmente consagrado el mes de mayo.
Después de la introducción del helenismo fue identificada con su homónima y
pasó a ser la madre de Mercurio (41).
Censorino atribuye a Varrón la siguiente cita: “Mayo ha tomado su
nombre no de sus mayores, sino de Maya porque en este mes tanto en Roma como
anteriormente en el Lacio se ofrecían sacrificios a Maya y a Mercurio” (Ya
hemos visto que Varrón, a pesar de la cita de Censorino, lo hace derivar de
maiores). Plutarco y San Isidoro recogen la dos de Ovidio; Macrobio de una
nueva que la relaciona con Júpiter, “Deus Maius”. Este mismo autor nos habla de
la esposa de Vulcano que, según Cincius, se llama Maya; y, según Pisón,
Maiestas. Podría ser ésta la que hemos visto en Ovidio como hija de Honos y de
Reverentia (42).
Cornelio Labeón –continuamos con la cita de Macrobio- afirma que esta
“Maya es la Tierra... invocada en los sacrificios como Mater Magna... y a su
lado está Mercurio... porque el contacto de la Tierra es el que da la voz al
hombre al nacer. Pues sabemos que Mercurio es el dios de la voz y de la
elocuencia.
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